fuente - http://www.elobservador.com.uy
Tiger Woods sigue en caída libre. Bajó dos puestos más en el ranking, perdió otro auspiciante y terminó por mitad de tabla en su torneo de regreso a los links en el Bridgestone Invitational. A dos días del comienzo del PGA Championship su nombre no se asocia con el de los grandes favoritos. ¡Cómo cambian los tiempos!
El PGA Championship es el cuarto Major del año y se disputará del jueves al domingo en el Atlanta Athletic Club, en el estado de Georgia.
En un panorama golfístico que se ha tornado inestable a partir del declive de Tiger es difícil hacer pronósticos. Pero lo cierto es que Woods hace rato que está lejos del jugador que supo ser.
Para graficarlo basta con explicar algunos aspectos: rendimiento, ranking y apoyo.
Sus desempeños de este año fueron magros. Su mejor versión apareció en el Masters de Augusta (primer Major del año) donde terminó cuarto.
Sin embargo, una lesión de rodilla comenzó a acosarlo en ese certamen. Al siguiente el dolor se trasladó al tendón de aquiles y a la pantorrilla y debió abandonar.
Tiger, de 35 años, no gana un torneo desde el Masteres de Australia 2009.
Fue una semana antes de protagonizar un accidente automovilístco que destapó un escándalo sexual que lo llevó al divorcio y lo alejó varios meses de los links.
Desde entonces nada fue igual. El hombre perdió el número uno del mundo y comenzó a caer.
La semana pasada fueron siete puestos (21º al 28º). Esta vez cayó otros dos. Está 30º, es su peor clasificación desde 1997.
Volvió la semana pasada después de una lesión que le demandó cuatro meses de recuperación. Tuvo una buena jornada inaugural en el Bridgestone Invitational de Akron (Ohio). Pero después se desmoronó. Terminó 37º a 18 golpes del australiano Adam Scott. Una sombra de sí mismo.
Las cuestiones extradeportivas también reflejan la crisis del nacido en Cypress: Tiger perdió ayer un nuevo auspicio.
TAG Heuer, fabricante de relojes suizos, dio por finalizado el vínculo contractual que lo unió con Woods hasta el pasado 31 de julio, según informó Bloomberg.
TAG Heuer había reducido el uso de la imagen de Woods para ciertos mercados después del escándalo sexual. El patrocinio existía desde 2002.
En los últimos 19 meses, Tiger perdió varios patrocinantes: AT&T, Accenture y la bebida Gatorade de PepsiCo.
Los que lo siguen bancando son Electronic Arts, Nike, Upper Deck, Berkshire Hathawayís NetJets y TLC Vision Corp y en junio sumó otra empresa japonesa.
Ojo, el hombre no se puede quejar. Según las últimas publicaciones de la revista Forbes, Woods sigue siendo el deportista que más dinero percibió en el último año.
Al acecho
Lejos del uno y de las principales ubicaciones en los últimos Majors, Woods ha dejado un vacío en el golf que nadie ha sabido llenar.
Por el número uno se pasearon desde que fue destronado el alemán Martin Kaymer –ganador del último PGA Championship en Wisconsin–, Lee Westwood y ahora Luke Donald.
Pero ninguno logró mantenerse en la cúspide ni acumuló Majors con afán de coleccionista.
Donald llegará con la chapa de número uno. Adam Scott con el viento en la camiseta tras ganar el domingo su primer título en el circuito PGA. James McIlroy vuelve a ser candidato tras su estupendo US Open. Pero ahora hay que hablar en los links.
Tiger Woods sigue en caída libre. Bajó dos puestos más en el ranking, perdió otro auspiciante y terminó por mitad de tabla en su torneo de regreso a los links en el Bridgestone Invitational. A dos días del comienzo del PGA Championship su nombre no se asocia con el de los grandes favoritos. ¡Cómo cambian los tiempos!
El PGA Championship es el cuarto Major del año y se disputará del jueves al domingo en el Atlanta Athletic Club, en el estado de Georgia.
En un panorama golfístico que se ha tornado inestable a partir del declive de Tiger es difícil hacer pronósticos. Pero lo cierto es que Woods hace rato que está lejos del jugador que supo ser.
Para graficarlo basta con explicar algunos aspectos: rendimiento, ranking y apoyo.
Sus desempeños de este año fueron magros. Su mejor versión apareció en el Masters de Augusta (primer Major del año) donde terminó cuarto.
Sin embargo, una lesión de rodilla comenzó a acosarlo en ese certamen. Al siguiente el dolor se trasladó al tendón de aquiles y a la pantorrilla y debió abandonar.
Tiger, de 35 años, no gana un torneo desde el Masteres de Australia 2009.
Fue una semana antes de protagonizar un accidente automovilístco que destapó un escándalo sexual que lo llevó al divorcio y lo alejó varios meses de los links.
Desde entonces nada fue igual. El hombre perdió el número uno del mundo y comenzó a caer.
La semana pasada fueron siete puestos (21º al 28º). Esta vez cayó otros dos. Está 30º, es su peor clasificación desde 1997.
Volvió la semana pasada después de una lesión que le demandó cuatro meses de recuperación. Tuvo una buena jornada inaugural en el Bridgestone Invitational de Akron (Ohio). Pero después se desmoronó. Terminó 37º a 18 golpes del australiano Adam Scott. Una sombra de sí mismo.
Las cuestiones extradeportivas también reflejan la crisis del nacido en Cypress: Tiger perdió ayer un nuevo auspicio.
TAG Heuer, fabricante de relojes suizos, dio por finalizado el vínculo contractual que lo unió con Woods hasta el pasado 31 de julio, según informó Bloomberg.
TAG Heuer había reducido el uso de la imagen de Woods para ciertos mercados después del escándalo sexual. El patrocinio existía desde 2002.
En los últimos 19 meses, Tiger perdió varios patrocinantes: AT&T, Accenture y la bebida Gatorade de PepsiCo.
Los que lo siguen bancando son Electronic Arts, Nike, Upper Deck, Berkshire Hathawayís NetJets y TLC Vision Corp y en junio sumó otra empresa japonesa.
Ojo, el hombre no se puede quejar. Según las últimas publicaciones de la revista Forbes, Woods sigue siendo el deportista que más dinero percibió en el último año.
Al acecho
Lejos del uno y de las principales ubicaciones en los últimos Majors, Woods ha dejado un vacío en el golf que nadie ha sabido llenar.
Por el número uno se pasearon desde que fue destronado el alemán Martin Kaymer –ganador del último PGA Championship en Wisconsin–, Lee Westwood y ahora Luke Donald.
Pero ninguno logró mantenerse en la cúspide ni acumuló Majors con afán de coleccionista.
Donald llegará con la chapa de número uno. Adam Scott con el viento en la camiseta tras ganar el domingo su primer título en el circuito PGA. James McIlroy vuelve a ser candidato tras su estupendo US Open. Pero ahora hay que hablar en los links.
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