TROFEO DEL LORENA OCHOA INVITATIONAL 2010

El trofeo que recibirá la ganadora del torneo LORENA OCHOA INVITATIONAL PRESENTADO POR BANAMEX Y CORONA LIGHT, no es un trofeo cualquiera. Se trata de una obra única en su tipo, creada por el renombrado artista jalisciense Jesús Guerrero Santos, quien logra otorgarle todo el sello el arte mexicano mientras mantiene en todo momento su propia personalidad.

Con un diseño inspirado en el arte mexicano del Siglo XVI, el trofeo está hecho a base de cerámica vidriada en un distinguido color azul cobalto, que en esa época representaba la dignidad de la realeza.

El trofeo cuenta con diversos elementos decorativos de alpaca, trabajados totalmente a mano, que le otorgan una combinación de belleza y distinción rara vez observada en obras de este tipo.

Al frente, el trofeo porta una placa con la leyenda “Lorena Ochoa Invitational 2010”, coronada con tres piedras de cerámica. Por atrás, otra placa muestra el texto “presentado por Banamex y Corona Light” junto con la codiciada palabra “Champion”. Al igual que con la decoración, tanto las placas como los mensajes fueron trabajados en alpaca a mano.

“Teníamos clara la idea con Lorena de que tenía que ser una pieza muy honorable y muy local, que estuviera hecha con la habilidad y el talento de un artista de aquí. Jesús reunía todos esos atributos”, comentó Alejandro Ochoa Reyes, Presidente del torneo.

El trofeo para el torneo reúne toda la experiencia y el conocimiento del artista oriundo de San Martín Hidalgo, quien a lo largo de sus últimos quince años de vida se ha dedicado a la conceptualización y elaboración de cerámica vidriada.

El proceso para la elaboración del trofeo requirió el esfuerzo a lo largo de un mes de todo un equipo de artistas. Se trata de una pieza trabajada totalmente a mano, desde su levantamiento hasta la aplicación de la pintura y el manejo de la alpaca.”Es una pieza única en su tipo. Parte de mi labor es integrar la obra a la función que va a desempeñar, que en este caso es un trofeo, sin perder en ningún momento la integridad creativa”, comentó Guerrero Santos.

CONCEPCIÓN
Como en cada una de sus obras, Jesús Guerrero Santos inició con una investigación exhaustiva, un paso necesario para crear una pieza que realmente cumpla con la función para la que será creada, en este caso un trofeo. Incluso fabricó una pieza previa para verificar sus atributos.

LEVANTAMIENTO
Siguiendo la idea del artista, el alfarero maneja la pasta de arcilla, girándola suavemente en un torno para darle la forma deseada con el uso de sus manos y dedos. Se trata de un proceso lento y meticuloso, que involucra una gran habilidad técnica y creatividad.

COCCIÓN
Luego de dejarse secar, la pieza se introduce en un horno especial que la calienta a una temperatura de 1,200 grados centígrados. Una vez cocida, la obra se esmalta con una solución a base de sílice.

TRAZADO
Con la pieza en sus manos, el artista plasma toda su experiencia, conocimiento y creatividad, al usar un lápiz para trazar los detalles artísticos. Este paso es muy importante, pues contribuye a darle a la obra su verdadero valor artístico.

PINTADO
Un equipo de artistas se dio a la tarea de pintar la pieza, siguiendo con precisión los patrones trazados. En el caso del trofeo se utilizó una pintura a base de óxido de cobalto proveniente de Sudáfrica, la cual es aplicada con pinceles de cola de gato.

COCCIÓN
Una vez que la pintura ha secado, el trofeo se introduce nuevamente en el horno, un proceso sumamente importante que le otorga su característica apariencia vidriada.

REVESTIMIENTO
Finalmente, se colocan los toques metálicos al trofeo, hecho a base de alpaca. Estos elementos también son creados a mano por un equipo de artistas, quienes utilizan tijeras, pinzas y otras herramientas para manejar y dar forma al metal. Esto incluye las placas y los textos.

SOBRE EL ARTISTA

Originario de San Martín Hidalgo, Jalisco, Jesús Guerrero Santos cursó tres años de Arquitectura, cinco de la Carrera Sacerdotal, y se graduó de Ciencias de la Comunicación, continuando con una Maestría en Desarrollo Humano.

Luego de involucrarse en varias artes como parte de su carrera profesional, incluyendo desde cine hasta gastronomía, se inició en la producción de cerámica en 1988. Desde entonces, su pasión en la vida ha sido la cerámica vidriada, aportando a este arte la aplicación del metal, ya sea alpaca, hierro forjado o cobre.

Caracterizadas por lograr un verdadero concierto de diseño y oficio, sus piezas siempre únicas plasman temas como querubines del barroco, Vírgenes de Guadalupe, águilas, escenas familiares, textos en latín, etc.

Entre sus piezas más destacadas se cuenta un árbol de Navidad creado para el Vaticano, el cual estaba decorado con 415 piezas de cerámica pintada a mano y alpaca, así como obras para eventos como las cumbres de mandatarios realizadas en Guadalajara y en Monterrey. Durante su carrera, Guerrero Santos ha desempeñado diversas funciones en organismos con el objetivo de poner en alto el arte mexicano. De 1991 a 1995 fungió como director del Instituto de Artesanía Jalisciense y desde hace cuatro años fue nombrado Cónsul Honorario de Brasil.