Nunca el ex Nº 1 del mundo estuvo tan mal en el PGA Championship

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"¡Está de vuelta!", gritó un fanático tras un birdie de Tiger Woods en el 14. El californiano llevaba una hora de juego (empezó el recorrido por el 10), marchaba en la vanguardia del PGA Championship y sobre cinco hoyos había logrado bajar un golpe en tres.

Un buen rato más tarde, el ex Nº 1 del ranking estaba muy enfadado. Consigo mismo y nadie más. Había completado el recorrido con un catastrófico +10 en los últimos 13 hoyos. Un desastre para un golfista de su categoría. El que es uno de los dos mejores de todos los tiempos hizo casi un papelón, con tres dobles bogeys y cinco bogeys, contra cuatro birdies totales. Ergo, suma 77 golpes, en un campo de 70, y en este comienzo en el PGA Championship estableció su peor vuelta en un torneo del PGA Tour y la segunda en un certamen Major, tras una de 81 (+10) en el ventoso y lluvioso Abierto Británico de 2002.

Woods, cuya principal meta, sin descartar una victoria, era "estar saludable" luego de la ausencia de tres meses por lesiones, no pudo siquiera disfrutar el jugar sano. En el trayecto, que compartió con el irlandés Padraig Harrington (marcó 73) y el estadounidense Davis Love III (68), empezó bien, pero luego padeció como pocas veces: envió dos pelotas al agua y pasó por los búnkers en una docena de ocasiones.

"No estoy caído, pero sí realmente enojado", comentó el vencedor de 14 certámenes de Grand Slam. "Fue un gran comienzo, estaba teniendo pensamientos mecánicos en los primeros hoyos... Y me dije: «Puedo dejarlo fluir, jugar por instinto y sensaciones». Y eché por la borda la vuelta entera. No estoy todavía en el punto en que puedo hacer eso", explicó Woods.

Está claro que no. La inactividad aún hace mella en quien dominó el ranking a voluntad durante varias temporadas, pero que hoy se ubica 30º. Su última conquista grande fue el Abierto de Estados Unidos de 2008; ahora debe casi marcar un récord de golpes para superar el corte clasificatorio en Georgia. De no hacerlo, se perderá por apenas tercera vez un fin de semana de un Major jugado. Y con ello, por rezagarse en el escalafón por la Copa FedEx, estaría al borde de quedar sin el derecho a jugar por seis semanas en el PGA Tour.

"¡Está de vuelta!", avizoró el hincha. Sí. Según cómo se lo mire.

LOS ARGENTINOS 
Cabrera y Romero, irregulares, marcaron + 2 y quedaron 59

Empezar dos golpes sobre el par es peligroso en algunos certámenes. Pero no es desalentador en este difícil PGA Championship, en el que hacer +2 en la vuelta inicial implicó situarse 59º. Eso ocurrió con los dos argentinos que intervienen en Georgia. Ángel Cabrera y Andrés Romero concluyeron con 72 golpes, dos por debajo de lo que hasta ayer se perfilaba como el corte clasificatorio. Ambos, irregulares, sobre todo Romero.

El tucumano empezó con un birdie, pero quedó a mano con un bogey en el hoyo 2. En el 5 hizo lo mejor: un águila (par 5), que lo ubicó en la cúspide. Pero enseguida cayó en un bogey (hoyo 6), y cuando comenzó la vuelta (10) cometió un triple bogey. Luego, hizo un bogey en el 11, birdies en el 13 y el 14 y un bogey en el 18. Hoy saldrá por el 10, a las 13.50 de la Argentina.

El cordobés fue apenas más estable: bogey en el 1, birdie en el 4, águila en el 5, bogeys en el 6 y el 7, birdie en el 12, doble bogey en el 15 y bogey en el 16. Hoy, a las 14.15, abrirá por el 1.

AP y DPA .